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lunes, 16 de julio de 2012

El secuestro de Quini


Hoy toca hablar de un suceso que tuvo en vilo en su momento al fútbol español: el secuestro de Quini.
Quini, como ustedes deberán saber, ha sido uno de los mejores delanteros españoles que ha habido nunca. Tiene el honor de haber ganado varios trofeos Pichichi, con el Barça y con el Sporting (además, es uno de los pocos jugadores que ha ganado ese trofeo tanto en Primera como en Segunda).
Sin embargo, a pesar de sus éxitos individuales (y colectivos, ya que consiguió varios títulos con el Barça, como por ejemplo una Recopa de Europa), Quini tuvo que sufrir un desagradable suceso: un secuestro.
Ocurrió en la primera temporada del jugador asturiano en el Barça. Tras un partido (disputado el 1 de marzo de 1981) en el que el club azulgrana ganó por 6-0 al Hércules, y en el que Quini metió dos goles, el jugador fue secuestrado a punta de pistola por dos individuos, y lo llevaron hacia una furgoneta.
Ese mismo día, a altas horas de la madrugada, su mujer, que lo estaba esperando en el aeropuerto de El Prat, extrañada, vuelve a su casa y allí encuentra un gran desorden: luces encendidas, objetos revueltos...
Al día siguiente, se anuncia la desaparición de Quini. Además, se encuentra el coche de Quini con las puertas abiertas.
En la redacción del periódico La Vanguardia se reciben dos llamadas. En la primera, un grupo llamado Batallón Catalano-Español se declara el autor del secuestro y dice que "un equipo separatista no puede ganar la liga" y que liberarían a Quini el lunes siguiente al partido. En la segunda, se piden 350 millones de pesetas por el rescate de Quini.
Ese mismo día, se encuentra una carta de Quini en una cabina telefónica de L´Hospitalet en la que dice que se encuentra bien. Lógicamente, se rastrea la zona, pero sin resultado.
El día 3 de marzo comienza con la noticia en todas partes y con todo el mundo afectado, especialmente sus compañeros de equipo, sus familiares y su mujer.
Durante el 4 de marzo, el padre del jugador declara que está dispuesto a dar su vida por que Quini salga sano y salvo de este suceso, y sus compañeros, que ofrecen regalar la Liga por tener de nuevo a Quini a su lado.
En los días siguientes, en el Barça existe la duda (comprensible) de si se debe jugar el partido que tienen contra el Atlético de Madrid. Schuster, que estaba muy apegado a Quini, llega a decir que el día del partido se marcharía a Alemania.
Finalmente, se celebra dicho partido en el estadio del equipo colchonero, con victoria para los locales por 1-0 (con los visitantes desmoralizados, y con el suplente de Quini, usando el número 14 en vez del 9 del jugador asturiano (los jugadores, por aquel entonces, no tenian un dorsal fijo)). El club azulgrana ve como se disipa la oportunidad de ganar la Liga. Schuster llegaría a decir que el partido se perdió por culpa del presidente Núñez y del mítico Helenio Herrera (entrenador barcelonista en aquel momento).
Se juegan dos partidos más sin Quini, uno contra el Salamanca (derrota por 2-1) y otro contra el Zaragoza (empate a cero). Se veía claro que lo de Quini pasaba factura.
Finalmente, el 25 de marzo se detiene a uno de los secuestradores en Ginebra, y se libera a Quini, que estaba secuestrado en un sótano de un taller mecánico de Zaragoza.
La liberacioó de Quini (que llegó a su casa sano y salvo, aunque con muestras claras de cansancio y con una abundante barba) fue así: los secuestradores pidieron 100 millones de pesetas por el rescate, que deberían ser ingresados en Ginebra (Suiza). El Barça tenía que cobrar una cierta cantidad de dinero de la marca relojera Omega, y acordaron que Omega ingresara ese dinero en Ginebra. En cuanto vieron que se había retirado un millón de pesetas de la cuenta corriente en la que se ingreso el dinero del rescate, fueron tras la pista de los secuestradores, a los que acabaron localizando.
Tras su rescate, Quini comentaba que no guardaba rencor a sus secuestradores. Incluso renunció a unos 5 millones de pesetas que debían pagarle sus secuestradores.
De lo que no se libraron los secuestradores fue de una condena de 10 años de cárcel (el Barça estuvo muy activo para pedir una condena severa para los secuestradores, ya que perdieron la liga en los partidos que no jugó Quini, que como ya comenté antes, tuvieron unos resultados muy malos).
Fuentes: es.wikipedia.org, labandaizquierda.blogspot.com

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